CRÓNICA 10 SOBRE LA PRIMERA SEMANA CULTURAL

 



CRÓNICA 10


Muy bien por la juventud de Víznar

 

Cartas a Ideal   D. Blas Caballero Sánchez      22 Agosto 1982


Sr. Director:


Una juventud que promete. Está integrada por la muchachada de Viznar, que acaba de celebrar una Semana Cultural por todo lo alto, después de un interregno de tres cuartos de siglo dado que actos como éste, si no iguales, parecidos, desde luego, tuvieron lugar en el Palacio Arzobispal de Moscoso, creo, si la memoria no me es infiel, allá por el año 1910. 

El último de ellos, una magnífica velada literaria, dejó perdurable recuerdo en aquella generación, que se sintió profundamente conmovida ante el despertar de su local patriotismo, merced a la declamación de la poesía "Recuerdos de mi tierra" original del laureado poeta, hijo de Víznar, Blas Caballero Gómez, poesía a la que, en parte, puso música el maestro José Montero, partitura cantada por una linda adolescente que veraneaba en el pueblo.


Esta parte musical fue llevada por un granadino desde nuestra ciudad al Principado de Asturias. Transcurrieron algunos años, y habiendo fijado su residencia el que esto escribe, en tierras asturianas oyó de nuevo cantar a un grupo de rapaces, después de un vibrante Asturias, patria querida, la vieja canción del poeta viznarense "Recuerdos de mi tierra": Así la emoción me embarga con sólo, oh Víznar, nombrarte, siendo tan profunda su sorpresa que no pudo contener las lágrimas. 


Y después de este emocional sacudimiento la alegría de que el nombre de la apacible y hermosa tierra donde se meció su cuna figurase como un elemento lírico más del folclore de Asturias. Muchas veces he pensado después cuán ajenos a este hecho singular estuvieron, y están aún, los hijos de Víznar.

 

Ahora, en la Semana Cultural que acaban ele celebrar los muchachos de Víznar también ha habido música y poesía, ambas a la vez maravillosamente enlazadas en un tradicional Rosario de la Aurora. Imagínese el lector una noche estival a las altas horas de la madrugada bajo un cielo tachonado por tantos millares de estrellas que se percibe una lechosa y débil claridad que apenas si perfila la sombra de los árboles. El día anterior, hundido ya para siempre en el pasado, ha sido típicamente caluroso, como corresponde a lo más fuerte de la canícula.


Pero durante la madrugada corre una suavísima brisa que anima y refrigera el ambiente. Huele a tierra mojada, gratísimo aroma, y al confuso perfume de las más variadas flores: las de las acacias, claveles, gayombas, nardos y jazmineros. 


Súmese a esto el cantar de la fuente pública con sus cinco surtidores de cristal que no perturba el silencio nocturno en cuyo seno ya palpita la naciente aurora que vestirá de carmín las crestas de la sierra cercana. Y, repentinamente, de la profundidad de esta realidad maravillosa, surgen los primeros compases de un conjunto de instrumentos de cuerda y aire y un varonil coro de voces entona la Primera Acopla: Padre nuestro que estás en los cielos / sea bendito tu nombre feliz.... Poesía y música, tan lejíos, tan infinitamente lejos de la ciudad atormentada, ensordecida por el ruido y manchada por el vicio en todas sus manifestaciones; música y poesía, pero de las que ennoblecen, de las que dan sentido a la vida...


Otra manifestación poética en la Semana Cultural que acaba de celebrar la juventud de Víznar ha sido la exposición de óleos del joven pintor Salvador Ruiz, a quien no le sería difícil triunfar en este campo si no tuviese ya su vida encauzada por derroteros docentes. 


Hay en su arte la natural negligencia del principiante, casi me atrevo a decir del neófito, pero indudable es un valor positivo no sólo porque a pesar de lo parvo aún de su obra, se advierte que posee realmente cualidades muy acentuadas de artista, sino que a esto suma una auténtica vocación que suele ser -y es, sin duda - de una labor perdurable y victoriosa .


Nosotros aconsejaríamos a Salvador Ruiz que sin dejar sus tareas de educador siga cultivando fervorosamente sus aptitudes para la pintura con la seguridad de que podrá  llegar muy lejos. 



Otra fase de la mencionada Semana ha, sido el teatro, factor importantísimo de cultura, porque si una imagen, desde este punto de vista vale por cien palabras, una, escena teatral vale por cien imágenes.


Tanto es así, que me atrevería a sostener la tesis de que si en la televisión y en las tablas se actualizase en nuestros días, sin disparates modernos, como el de un Alcalde de Zalamea de hoy, casi casi con, aíres de pasota, si se naturalizase, digo, nuestro teatro nacional, sin duda, aprenderíamos a ser mejores españoles, mejores ciudadanos, mejores padres, mejores hijos y... mejores cristianos.


Por ahí, o muy cerca de por ahí, la muchachada vlznarense parece que da sus primeros pasos.



Por último, no podía faltar un poquito de Historia con la exposición de determinados documentos y escritos periodísticos y como colofón, su mijilla de deporte...Muy bien por esa mu-chachada que prefiere su propio cultivo intelectual y enseñar al que no sabe, a esa frivolidad de los bailes tribales africanos, a las competiciones deportivas que degradan o embrutecen o a la dolce vita más o menos dolce de la vagancia o de la inanidad de un vivir tonto y sin objeto. Y es que para estos muchachos la vida tiene un valor...


Blas Caballero Sánchez

Víznar (Granada)


Texto recogido por Salvador Ruiz Caballero


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