La olla de San Anton



           Para estos dias de enero os sugerimos la gastronomía que acompaña estos días fríos en que contamos con productos de matanzas recientes y buenas legumbre. Es el mejor momento de ganar la batalla contra el frío,  armarse de calorías para quemar y protegernos de los virus invernales. Es tiempo de acercarse a una hoguera, una candela, un hogar y  poner al fuego, una olla de san Antón.

      Nosotros, que tenemos nuestras propias recetas, seguimos los pasos de nuestros mayores y os hemos preparado esta  olla caliente, tan simple, tan humilde, tan gustosa como rica en matices. Mientras esperamos que vuelvan los almendros a darnos sus blancas señales, mientras que las Fiestas de San Blas están a tres semanas mal contadas, venimos de la mano de este Santo Protector del Mundo Animal, levantamos el cajón de la matanza donde nos esperan esos trocitos de costilla, esta panceta salada, los espinazos, la careta … para crear un auténtico banquete con las  habas, las habichuelas,  su  cebolla, su  cabeza de ajos, el pimiento seco, el laurel … Ceremonioso manjar y deleite de cuchara que nos sirva para combatir, nieblas, oscuridades y zumbiones.



        Ingredientes para 6 personas: 1/4 de habas secas, 1/2 judías secas,  ½ de garbanzos  una cebolla, un hueso de jamón, un hueso de espinazo de cerdo, un rabo de cerdo, 150 gr. de papada de cerdo, 150 gr. de panceta, una oreja de cerdo, una morcilla y dos chorizos, 100 gr. de puntas de costillas de cerdo curadas, un par de patatas, una cabeza de ajos, un pimiento rojo, sal, (vigilar la que ya tienen las carnes ) pimienta dos hojas de laurel.



     Elaboración: poner en remojo las judías  y los garbanzos la noche anterior. Al día siguiente se cambia el agua de las judías y los garbanzos y se ponen al fuego  junto con todos los ingredientes excepto la morcilla, el chorizo y las habas. Cuando el cocido empiece a soltar la espuma la retiramos con la espumadera y dejamos que todo cueza durante una hora. A continuación y durante un cuarto hora de cocción se añaden la morcilla y el chorizo y las patatas.

       Presentación: Serviremos en un primer vuelco las legumbres y después como segundo plato la carne. Acompañaremos de unos encurtidos, un vasito de vino mosto del lugar y un buen trozo de pan para mojar la pringá.

       Para que la carne no se quede fría, una vez hayamos servido las legumbres echamos otra vez la carne en la olla para que se caliente.

       A continuación, reposo, nada de esfuerzos, y tener a mano el pipote. Nada de bicarbonato ni Sal de Heno. Todo fluirá con total normalidad,
¡¡Buen provecho!!


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