LAS AGUAS DE EL CUARTO Y LAS ALBAS
Ha comenzado el mes de abril, y con él se ponen en marcha los riegos de “El Cuarto y las Albas” Una Costumbre Agrícola que se remona a los mismos orígenes de Víznar.
El Apeo de 1572, sirve como base documental para el conocimiento de nuestro pueblo en época morisca. El paso del agua por estos pagos y la propiedad de la misma, dio derecho a un sistema de riego "por suertes" aún vigente en nuestros días:
" de la Fuente Grande se saca una acequia de agua que tiene cuatro azadas poco más o menos, y se trae por dicha acequia que se dice la acequia de Víznar, y pasa por medio del pueblo, la cuarta parte de ella, no más desde primero día de abril hasta fin de octubre de cada año, desde las doce del día hasta la puesta del sol, y no más porque toda la demás pertenece a la acequia de Aynadamar y del Albaicín. Y por razón de dicha agua pagaba este pueblo once fanegas de pan en esta manera: cinco fanegas y media de trigo y cinco fanegas y media de cebada o panizo cada año. Lo cual se pagaba al Cabildo de la Ciudad de Granada.
Y antiguamente en este Lugar no había más de once vecinos, y así estas once fanegas de pan que pagaban de renta; por dicha agua, pagaba cada vecino una fanega y tenía la oncena parte del agua el dicho tiempo que va declarado; y así estaba repartida la dicha agua en once partes y cada uno tenía su parte. Y los hijos, nietos y descendientes de los dichos once vecinos iban partiendo la dicha agua que a cada uno les pertenecía. Y conforme a lo que tenían de agua, así contribuían para pagar la renta; por manera que ahora había moriscos que pagan cada un año de renta media fanega de trigo y otros a una cuartilla, y otros a dos celemines, y otros a celemín. Cada uno conforme a lo que les pertenecía de agua".
En el deslinde del Pago del Xerife , las actuales Huertezuelas, se advierte:
- A y estos árboles se riegan con el agua de la Acequia de Aynadamar con las albas de los martes, miércoles y Viernes de cada semana desde primero de Abril hasta fin de Octubre de cada un año. Y estas albas son propiedad de dicho pago. Y con ellas todas las que en él tenían árboles regaban sin pagar por ello cosa ninguna más que de derecho les pertenecía A.
Se riegan las albas por turno desde que aparece en el horizonte de la Acequia el Lucero del Alba hasta que el sol se refleja en la Sierra de Parapanda.
La vena acuosa que recorre, salvando mansa y cadenciosamente la ladera de la Sierra, la distancia entre el manantial y la corte zirita, cubre de verdor y frescura lo que por ley natural se derrama a sus pies.
Se hace esta labor de regeneración mediante sus 138 caños, de los que 52 corresponden a Víznar, entre el Cuarto y las Albas, principiando en las Paratas de Tío Fraile y siendo la última saca en El Molino del Pino la Compuerta de la Gerónima.
Surge la primitiva arquería al borde mismo de su Acequia, cual primoroso y humilde culantrillo, aprovechando las ventajas que le ofrece el preciado líquido de sus aguas para fecundar sus campos. A golpe de rodezno trabajan sus molinos harineros. Entre huertos y florestas recorre su término definiendo y conformando ciertas peculiaridades paisajísticas.
El paso del agua por estos pagos dio lugar a un sistema y derecho de riego en los mismos en once primitivas suertes de agua, hoy se acomodan en dieciséis, conocidas por El Cuarto de Viznar o Aguas del Cuarto.
Es figura emblemática del agua de Víznar el partidor mediante el cual toma la cuarta parte de la Acequia de Aynadamar desde 11 de Abril a finales de octubre en cada un año. Se define para El Escudo de Víznar como " un arco partidor de aguas en piedra, en su color gris, con cuatro ojos, asentado y terrasado en monte de sinople, manando en cada ojo ondas de azur y plata.
EL DÍA DEL LIBRO
El 23 de abril se celebra el Día del Libro, efeméride que tiene como referencia la muerte de Miguel de Cervantes el 23 de abril de 1616. EL QUIJOTE, tiene en Viznar especial relevancia: la Galería Inferior del Palacio del Cuzco (1795) atesora un hecho único en el mundo, pues al cobijo de sus arcadas se representan once escenas de esta obra inmortal.
Fue D. Juan Manuel de Moscoso y Peralta, arzobispo peruano ascendido a la Mitra Granadina, el promotor de este recinto palaciego, destinado al recreo de los Arzobispos de Granada en los días de veraneo. Y fue su intención y empeño decorar su palacio con pasajes del Quijote.
Singular y exclusiva es esta Galería Inferior, decorada con Escenas del Quijote. Temas de gran resonancia que llenan de realce y prestigio a este Palacio por su trascendencia y prestancia. Clara es la intervención del Prelado para dar las indicaciones precisas a la hora de elegir estos motivos que decoran la Doble Galería Porticada con temas de "El Quijote", lo cual le hace merecedor por parte de Madoz de su "esplendidez y gusto por las artes" y el título de extraordinario cervantista.
Tal resolución, la de decorar su Palacio con Escenas del Quijote, responde "única y exclusivamente a su criterio personal, al hecho de haber comprendido y sentido emocionalmente la historia de Alonso Quijano "El Bueno" a través de su inquebrantable espíritu de justicia y de las indudables tristezas y amarguras de su vida, que debieron ser como un lejano eco de la profunda melancolía que rezuman las obras de Cervantes.”
Así lo atestigua D.BLAS CABALLERO en su "Bosquejo biográfico de D.Juan Manuel de Moscoso y Peralta". Además, en su obra “Un cervantista Peruano del siglo XVIII” aparece ampliamente tratado el “cervantismo” de Moscoso.
“Mire vuestra merced, señor caballero andante, que no
se le olvide lo que de esta ínsula me tiene prometido.”
Se utilizaron para estas cartelas los grabados que ilustraron la edición de "El Quijote" hecha por la Real Academia en 1.740. Tal copia las priva por tanto de méritos propios en cuanto a inspiración y originalidad.
COMENTARIO A LAS "ESCENAS DEL QUIJOTE"
Es un deleite espiritual la contemplación y análisis de estas "Escenas del Quijote" al arrullo del agua del inmediato Jardín,... el frescor amentolado del boj y el susurro de algún que otro pajarillo.
La precisión descriptiva de Cervantes no da lugar a dudas en cuanto a los detalles que orienten al pintor o dibujante a una fiel ejecución. Incluso el ambiente geográfico en el que se desarrolla la obra, se circunscribe a un paisaje y escenario fácilmente constatables.
La Sra. Profesora Dª Ana María Gómez Román en su estudio sobre este Palacio, refiere de una manera coyuntural la autoría de la figura de Nicolás Martínez Tenllado, como artífice de las pinturas murales de este Palacio. Los bocetos originales fueron ejecutados por José del Castillo, Antonio Carnicero, José Brunete y Gerónimo Gil, siendo pasados al grabado por otros tantos artistas e incorporados al Quijote de la Real Academia de la Lengua de 1780. En su día, cada una llevaba un pie o calce con una breve reseña, predicando lo que en ellas se ilustra. Sólo una, situada a mayor altura que sus hermanas, sobre el dintel de una puerta, lo conserva:
"PIERDE EL JUICIO D. QUIXOTE CON LA LETURA DE LOS LIBROS DE CABALLERIA Y RESUELBE HACERSE CABALLERO ANDANTE"
Las demás lo perdieron a causa del avance de la humedad, muro arriba, provocando el progresivo deterioro de las mismas.
Escenas del Quijote en la Galería del Palacio del Cuzco:
1.- Pierde el juicio D. Quijote.(I)
2.- Aventura del Yelmo de Mambrino.(XXI
3.- D. Quijote promete a Sancho el Gobierno de una ínsula.(VII)
4.- Pide Dorotea a D. Quijote que le libre del Gigante Pandafilando.(XXIX)
5.- Aventura de los Yangüeses.(XV)
6.- Batalla de los cueros de vino.(XXXV)
7.- Queda D. Quijote metido el brazo en un agujero y atado a la muñeca.(XLIII)
8.- El Bachiller Sansón Carrasco se ofrece como escudero.(VII.2)
9.- El encuentro con Dulcinea del Toboso.(X.2)
10.-Aventura de la Cueva de Montesinos.(XXII.2)
11.-Aventura de los Molinos de Viento.(VIII)
Los caracteres entre paréntesis nos remiten al capítulo correspondiente al relato de cada lámina.
La Aventura de los Molinos de Viento no se encuentra entre las láminas de la edición de la R.A.L., por lo que tal cartela pertenece a una interpretación no incluida entre estas páginas.
VOLAR COMETAS
Para volar una cometa se requiere evidentemente el concurso del viento. Una brisa constante bastará para que la cometa se alce en el cielo, pero también cuenta la habilidad para dirigirla y la buena construcción de la misma, condición de primordial importancia.
El modelo más habitual es la de rombo, comúnmente conocida como “bacalá” dada la semejanza con la salazón de un bacalao. Hay otras en forma de hexágono y modelos más sofisticados y por tanto más difíciles de construir.
Decidimos en primer lugar sus dimensiones que las marcan la longitud de sus travesaños. Necesitamos una caña seca que dividimos longitudinalmente en cuatro varillas alisándole los nudos y limpiándolas adecuadamente. Medimos la caña más larga en 90 cms y preparamos la que hará de cruceta en 50 cms. Ambas varillas se han de anudar a la altura de 2O cms quedando así el armazón que ha de sustentar la vela. Partiendo de uno de los extremos atamos un hilo de bramante que perimetre todo el armazón quedando una figura romboidal bien firme.
Procuramos una hoja de papel de seda o en su defecto papel de periódico o papel recio de envolver regalos. Todo vale. Colocaremos el armazón sobre él y recortaremos la figura con un margen sobrante alrededor de tres centímetros. Hemos de preparar cola, aunque es práctico hacerlo con engrudo de harina y agua a modo de gachetilla. Y así, doblando sobre la cuerda, pegar este reborde sobre los hilos de la cometa. En las varillas de las dos crucetas se pueden colocar tiras de refuerzo.
Ahora toca encordar la vela procediendo a atar vientos en los cuatro extremos. Se requiere exactitud en el amarre para que la cometa no se desequilibre. Arriba y abajo se anudan suspendiéndolos unos 25 cms. A este cordel le señalamos un punto ligeramente más cercano a la parte de arriba y en este punto anudamos los vientos que vienen de los dos brazos.
Donde han confluido los cuatro vientos hacemos una pequeña lazada en la que hemos de insertar el hilo de vuelo de la cometa.
La cola es un elemento primordial de la cometa pues con ella se estabiliza y a la vez aporta el peso necesario para que no cabecee. Pero el cálculo de su longitud y la composición de las moñas ha de hacerse por experimentación según se desenvuelva en el aire.
La decoración es una tarea de imaginación siendo diversa y variada. Hay quien le pone ojos y boca con parches de papel coloreado que se pegan con engrudo. Otras veces en los vértices se colocan cintas de papel de seda de longitud variable.
Y a volar, o al menos intentarlo. Se sujeta la cometa por un hilo de unos 15 metros que tenemos contenido en un ovillo. La cometa esta bocarriba en el suelo. Con el viento a nuestras espaldas, y con unos tres metros de suelta se le da un tirón que la levante. Quizá lo haga levemente y es la hora de alzar nuestro brazo y correr. Momento de ajustar la cola y ver si hay desequilibrio en los vientos rectificando nudos. No siempre se consigue a la primera, pero seguro que volará.
GASTRONOMIA DEL CUCHAREO
Hay platos que nos llenan de calor el estómago y de consuelo el alma. Sopas y caldos contundentes y reconfortantes que parten de unos sencillos ingredientes generalmente inmediatos y de temporada. Es una cocina de aprovechamiento humilde y versátil, pero no por ello llena de sabor y sapiencia culinaria. Además no se ciñen a una estación sino que son recurrentes para cualquier día del año.
LAS SOPAS DE HUEVO
«Abril puede tener rocío, otras veces heladas y frío»
Comienza el mes despejado y frío. Esta sensación de frío aumentará en los primeros días debido al viento. Viento que cambiará a componente Sur en la segunda semana, por lo que subirán algo las temperaturas. A mitad de mes cesan los vientos y sigue el mes monótono hasta el final.
REFRANERO MES DE ABRIL
En el mes de abril el campo acapara un refranero de amplio abanico climatológico que advierte de lo cambiante y que condiciona los cultivos.
En abril, la flor empieza a salir.
En el mes de abril, cortas un cardo y salen mil.
Abril sacó la espiga a relucir.
Abril sin granizo, Dios no lo hizo.
Hasta que no pase abril, no aligeres el vestir.
De los leños mil, guarda algunos para abril.
En abril no hay granizada que no siga a una helada.
San Marcos, rey de los charcos.
Estamos a 25 de abril, festividad de este Santo Evangelista, un día revuelto de sol y nubes que acaba en un inesperado aguacero.
Las mañanitas de abril son las más dulces de dormir, y las de mayo sin fin ni cabo.
Los hinojos de abril para mí, los de mayo para mi gallo.
Los garbanzos te he de contar, en abril ni que hayan nacido ni por sembrar.
Marzo ventoso y abril lluvioso, hacen de mayo un mes florido y hermoso.
Tu perejil, siémbralo en abril.
Ojo con abril que es traicionero y sutil.
En primavera verdea la parra y la higuera.
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