Puestos en La Casa de Pitano, última del Barrio Alto, y sin pretender separación, que no existe, encaminamos nuestros pasos al Retiro. Continuidad que muta, sin saberlo, para dar en un nuevo espacio en el callejero. Nos referimos a un “lugar apartado” que ese es en realidad el sentido de este anchurón con trazas de carril, mitad camino mitad calle. A la postre, con el devenir del tiempo y la evolución urbanística quedará convertida en una avenida, nacida en el último tramo del siglo XX. A ambos lados se disponen nuevas viviendas que pueblan la Huerta de la Venta y la Huerta del Molino, siendo estas actuaciones incorporadas al nuevo callejero con rotulación propia flamante y bien organizada.